Teoría del clinamen
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El clinamen (en plural clinamina, derivado de clīnāre 'desviar, inclinar') es el nombre en latín que dio Lucrecio para traducir la expresión griega parénklisis a la impredecible desviación que sufren los átomos en la física de Epicuro.[1] Este concepto le sirvió al filósofo griego a modo de solución al problema del libre albedrío prescindiendo de un dios garante de libertad. Esta teoría ha tenido una importantísima influencia a lo largo de todo el desarrollo histórico del mecanicismo por su originalidad y por haber supuesto una solución coherente y muy temprana a uno de los principales problemas de esta corriente filosófica. El único fragmento en griego sobre esta noción central es de la inscripción de Diógenes de Enoanda:[2][3]
«¿No sabes? seas quien seas, que en realidad hay un movimiento libre en los átomos, que Demócrito no pudo descubrir, pero que Epicuro sacó a la luz, ¿un movimiento desviado, como lo demuestra por los fenómenos?»Diógenes de Enoanda (fr. 54)
La teoría del clinamen despertó la atención de filósofos como Karl Marx, Simone de Beauvoir, Gilles Deleuze, Jacques Lacan, Jacques Derrida, Louis Althusser, Michel Serres y Jean-Luc Nancy.[4][5][5] El premio Nobel de química Ilya Prigogine apreció su defensa del indeterminismo en el clinamen epicúreo, siendo precursor del principio de indeterminación de Werner Heisenberg.[4][6]