Estrategias de mitigación de asteroides
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Las estrategias de mitigación de asteroides, son métodos por medio de los cuales un objeto cercano a la Tierra, puede ser desviado, previniendo así un potencial y catastrófico impacto. Se sabe que un impacto lo suficientemente grande puede causar tsunamis (al impactar en el mar) y/o expulsar grandes cantidades de polvo en la estratósfera (al impactar en tierra), bloqueando el paso de la luz solar y generando efectos catastróficos.
La colisión entre la Tierra y un cuerpo de aproximadamente 10 km ocurrido hace 65 millones de años, se piensa, fue el causante de un cráter en Chicxulub, Yucatán y de la extinción de la mayor parte de la vida del periodo Cretácico-Terciario.
Si bien las posibilidades de una colisión importante son bajas a corto plazo, es casi seguro que en algún momento ocurrirá a menos que se tomen medidas defensivas. Los eventos astronómicos, como los impactos de Shoemaker-Levy 9 en Júpiter y el meteoro de Cheliábinsk en 2013, junto con el creciente número de objetos en la Tabla de Riesgo Sentry, han llamado una renovada atención a tales amenazas.[1] La popularidad de la película Don't Look Up de 2021 ayudó a crear conciencia sobre la posibilidad de evitar los NEO.[2]
En 2016, un científico de la NASA advirtió que la Tierra no está preparada para tal evento.[3] En abril de 2018, la Fundación B612 informó que "es 100 por ciento seguro que nos golpeará un asteroide devastador, pero no estamos 100 por ciento seguros de cuándo".[4] También en 2018, el físico Stephen Hawking, en su último libro, Breves respuestas a las grandes preguntas, consideró la colisión de un asteroide como la mayor amenaza para el planeta.[5][6][7] Se han descrito varias formas de evitar el impacto de un asteroide.[8] No obstante, en marzo de 2019, los científicos informaron que los asteroides pueden ser mucho más difícil de destruir de lo que se pensaba antes.[9][10] Además, un asteroide puede volver a ensamblarse debido a la gravedad después de ser destruido.[11] En mayo de 2021, los astrónomos de la NASA informaron que pueden ser necesarios de 5 a 10 años de preparación para evitar un impactador virtual basado en un ejercicio simulado realizado por la Conferencia de Defensa Planetaria de 2021.[12][13][14]