Brutalidad policial en Perú
uso de fuerza excesiva por parte de un oficial de policía en Perú / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La brutalidad policial en Perú es un término utilizado para describir el uso innecesario y excesivo de la fuerza, homicidios extrajudiciales, detenciones, maltrato y asalto por parte de miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) hacia personas e instituciones de la sociedad civil.[1][2] La violencia policial en Perú ocurre muchas veces dentro del contexto de protestas sociales y es estimulada por prácticas de criminalización de la protesta social como el terruqueo.[3][4] En el contexto anterior, a pesar de que se cuenta con la Dirección de Seguridad del Estado para tomar decisiones ante los conflictos sociales,[5] la represión o brutalidad policial se ha descrito como una «práctica sistemática» contra la protesta social y su aplicación contribuye al escalamiento de los conflictos sociales.[6][7][8] Además, empresas del sector extractivo permiten contratar a fuerzas del orden para defender esos recursos.[9] El uso excesivo de la fuerza por parte de la policía ha sido criticada por los manifestantes, organizaciones de derechos humanos nacionales, Amnistía Internacional y el Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas.[2][10][11]
Se ha denunciado el uso de armas de fuego que utilizan proyectiles metálicos por la PNP en disturbios, no obstante su uso se encuentra prohibido desde hace una década.[12] En 2020, en el contexto de las protestas en Perú en Lima que surgieron luego de la vacancia de Martín Vizcarra, se encontraron perdigones de plomo en los cuerpos de Brian Pintado e Inti Sotelo (22 y 24 años, respectivamente).[12] Durante el paro agrario de 2020-2021 en Ica, Isaac Ordoñez y Andy Panduro (de 28 y 24 años respectivamente) quedaron parapléjicos luego de recibir balas ojivales de armas de fuego disparadas por la policía.[8][13] Casos de represión se repitieron en la convulsión social, según denunció inicialmente una familiar de Inti Sotelo.[14]
La Defensoría del Pueblo reportó que 85 personas perdieron la vida durante enfrentamientos con la policía en contextos de protesta social durante el periodo que va desde 2010 a 2021.[8] Se ha argumentado que la brutalidad policial en el país evidencia un racismo y desprecio hacia las personas de ascendencia indígena.[15][16] Por otro lado, entre 2018 y 2022, solo 14 agentes fueron sancionados por el uso excesivo de la fuerza.[17]