Renacimiento timúrida
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El Renacimiento timúrida fue un período histórico de renacimiento cultural, artístico y científico en la historia asiática e islámica que ocurrió entre finales del siglo XIV y comienzos del XVI. Tras el declive gradual de la Edad de Oro del islam, el Imperio timúrida en el Asia Central y gobernado por los descendientes de Tamerlán (es decir, la dinastía timúrida), fue testigo de un renacimiento de la artes y ciencias, movimiento que se extendió por todo el mundo musulmán.[1] El uso del término «renacimiento» para referirse a este período ha suscitado reservas entre académicas y académicos, algunos de los cuales lo ven como el «canto del cisne» de la cultura timúrida.[1][2]
El Renacimiento timúrida es marcado ligeramente antes que el movimiento del Renacimiento en Europa.[3][4] Algunos autores han descrito al periodo como igual en gloria al Quattrocento italiano.[2] El Renacimiento timúrida alcanzó su culmen en el siglo XV, tras el final del período de invasiones y conquistas mongolas.
Basado en ideales islámicos,[5] los cimientos del Renacimiento timúrida incluyen la reconstrucción de la ciudad de Samarcanda y la invención del Ajedrez de Tamerlán por parte de Tamerlán, el reinado de Shahruj y su consorte Goharshad en Herat (ciudad que rivalizaba con la Florencia del Renacimiento italiano como centro de un renacimiento cultural),[6] el período del astrónomo y matemático Ulugh Beg (junto con notables polímatas y eruditos islámicos), y la construcción de centros de aprendizaje adicionales por parte del sultán Husayn Bayqara, mecenas del arte.[7] El reinado de Tamerlán revivió el interés por el arte persa clásico. Se emprendieron proyectos de construcción a gran escala, creando mausoleos, madrasas y kitabhane (talleres medievales de libros islámicos). Se revitalizaron los estudios matemáticos y astronómicos y, a comienzos del siglo XVI, se logró el dominio de las armas de fuego.
En vida, Tamerlán ordenó la construcción del Palacio de Verano en Shahrisabz, de la Mezquita de Bibi-Janum y de la plaza pública del Registán, entre otras.[8] Asimismo, durante este tiempo, la ciudad de Herat se convirtió en un importante centro de vida intelectual y artística en el mundo musulmán.[8] Samarcanda, un centro de estudios académicos que había sido previamente destruido durante la conquista mongola de Corasmia, se convirtió en el centro del Renacimiento y de la civilización islámica en general gracias a la reconstrucción acaecida durante el período.[9]
El Renacimiento timúrida se diferenció de previos desarrollos culturales y artísticos de la dinastía búyida en que no fue un reavivamiento directo de modelos clásicos, sino más bien un ensanchamiento de su atractivo cultural al incluir estilos más coloquiales en idioma persa . El Renacimiento timúrida fue heredado por la India mogol[10][11][12] y tuvo una influencia significativa en los demás estados de la Era de los poderes islámicos de la pólvora (es decir, la Turquía otomana y el Irán safávida).[13]