Rebote posglaciar
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El rebote posglaciar[1] (también llamado rebote isostático o rebote de la corteza) es la elevación de las masas de tierra después de la eliminación del enorme peso de las capas de hielo durante el último período glaciar, que había causado la depresión isostática. El rebote posglaciar y la depresión isostática son fases de la isostasia glaciar (o ajuste isostático glaciar o glacioisostasia), la deformación de la corteza terrestre en respuesta a cambios en la distribución de la masa de hielo.[2] Los efectos de elevación directos del rebote posglaciar son evidentes en partes del norte de Eurasia —península Escandinava y Siberia— y de América del Norte —región de los Grandes Lagos—, en la Patagonia y en la Antártida. Sin embargo, a través de los procesos de «sifón oceánico» (que rellena las cuencas) y de «apalancamiento continental», los efectos del rebote posglaciar en el nivel del mar se sienten globalmente lejos de las ubicaciones de las capas de hielo actuales y antiguas.[3]