Puente térmico
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Un puente térmico es una zona puntual o lineal, de la envolvente del edificio, en la que se transmite más fácilmente el calor que en las zonas aledañas, debido a una variación de la resistencia térmica. Se trata de un lugar en el que se rompe la superficie aislante.
Así pues, un puente térmico aparece debido a
- un cambio en la geometría de la envolvente,
- un cambio de materiales o de resistencia térmica.
Antes de que se generalizase el aislamiento térmico de los edificios, los puentes representaban entre el 10 y el 20% de las pérdidas totales de calor. Más adelante, cuando se cuidó más el aislamiento, el porcentaje de pérdidas por los elementos planos bajó mucho, mientras que el de los puentes aumentó notablemente. Actualmente, las normativas obligan a reducir la demanda y el consumo energético de los edificios, como la directiva europea sobre la eficiencia energética de los edificios[1] que obliga a soluciones constructivas para reducir al mínimo las pérdidas por los puentes térmicos.
Un ejemplo sencillo de un puente térmico puntual podría ser un tornillo que une dos planchas de madera. Como el tornillo conduce mejor el calor que la madera se escapa más calor por el tornillo que por la madera. Por este motivo, evitar, o reducir, los puentes térmicos es fundamental si se desea reducir las pérdidas de calor.
Los puentes térmicos pueden estar en el propio cerramiento como es el caso de pilares, huecos y persianas. También entre distintos cerramientos: forjado-fachada, cubierta-fachada, cimentación-fachada, tabique interior-fachada