Postura del misionero
posición sexual humana con la pareja penetrante en la parte superior / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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La postura o posición del misionero o de hombre arriba es una postura sexual en la que uno de los dos amantes yace acostado de espaldas, con las piernas ligeramente apartadas, mientras que el otro amante (generalmente un hombre) se alarga sobre ella o ligeramente cerca de ella (o de él). Se le asocia comúnmente con la actividad sexual heterosexual, pero también es usada por parejas del mismo sexo.[1] William Shakespeare hace referencia a esta postura cuando habla de «hacer la bestia de dos espaldas».
La posición del misionero es la postura sexual más común, si bien no se le considera universalmente como la más preferida.[2] Además de su uso en el sexo vaginal, puede usarse también para otros tipos de actividad sexual, como el sexo anal, y de hecho también el sexo sin penetración (por ejemplo, el sexo intercrural), y su aspecto penil-vaginal es un ejemplo de actividad reproductiva ventro-ventral (frente a frente).[3] Variantes de esta posición permiten grados diferentes de estimulación clitoriana, de profundidad de la penetración, de participación de parte de quien es penetrado, y de probabilidad y velocidad del orgasmo.
La posición del misionero es a menudo preferida por parejas que disfrutan los aspectos románticos del amplio contacto piel con piel y la oportunidad de mirarse mutuamente a los ojos y besarse y acariciarse mutuamente. También se cree que es una buena postura para la reproducción.[4] Durante la actividad sexual. la posición del misionero le permite a quien penetra tener control del ritmo y profundidad de empuje pélvico. También es posible que la persona penetrada empuje contra el penetrador con movimientos de cadera o empujando los pies contra la cama, o abrazarlo más fuertemente con sus brazos o piernas. La posición se ajusta menos a los estados tardíos del embarazo o en los casos en que la persona penetrada desea tener mayor control sobre el ritmo y profundida de la penetración.