Positivo directo (fotografía)
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En fotografía, un positivo directo es un procedimiento con el que se obtiene una fotografía directa en positivo, carente de negativo; en él se produce tan solo una prueba o fotografía única, no multiplicable. Son positivos directos los obtenidos entre otros con la heliografía de Niepce, los daguerrotipos, los ferrotipos y los ambrotipos,[1] y más modernamente con la 2ª generación de fotos instantáneas de Polaroid, la técnica Instax de Fujifilm o la del papel "Zink" de Zink Holdings LLC.[2]
En los casos citados del siglo XIX, el positivo directo es posible gracias al principio óptico llamado del campo oscuro, el cual se produce y utiliza entre otras cosas, en la fotografía y en la microscopía. Debido al principio del campo oscuro, con una baja iluminación, un negativo fotográfico sobre un fondo blanco, aparece como negativo, en cambio, sobre un fondo oscuro se observa como positivo .