Planteamiento del modelo nórdico de la prostitución
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La aproximación del modelo nórdico a la prostitución, (también conocida como: neo-abolicionista, la ley de comprador de sexo y el modelo sueco) es una aproximación a la legislación sobre la prostitución.[1][2] Generalmente se le dice el "modelo nórdico" a secas, pero, en realidad, solo ha sido adoptado en 3 de los países nórdicos, y no tiene conexión con el modelo socioeconómico del mismo nombre.
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Los cuatro pilares del Modelo Nórdico | ||
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También conocido como 1.Neo-abolicionismo 2.Legislación sobre el consumidor del comercio sexual, o Ley sobre compra del sexo 3.Modelo sueco | ||
Este modelo ha sido implementado por Suecia (1999) Noruega (2009) Islandia (2009) Canadá (2014) Norte de Irlanda (2015) Francia (2016) Irlanda (2017) Israel (2018) | ||
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El modelo nórdico está basado en cuatro pilares: criminalizar a los compradores, descriminalizar a las prostitutas, ofrecer ayuda y servicios a las prostitutas para dejar la industria de sexo, y concientizar y dar educación al público general. El objetivo principal del modelo es la disminución del volumen de la industria de comercio sexual ilegal en general,[3] y de la demanda de la prostitución, a través del castigo a quien solicite servicios sexuales (pagados). En 2014, la Eurocámara (el Parlamento Europeo) pasó una resolución a favor del "modelo nórdico" que insta a los estados miembros a criminalizar la compra en la prostitución y ofrecer soporte a las víctimas de tráfico para que puedan salir del comercio sexual.[4][5] Hasta la fecha, solo 3 de los 27 estados miembros han adoptado el modelo total o parcialmente; Suecia, Francia y Irlanda.[6][7][8][9] Fuera de la Unión Europea, también lo adoptaron Islandia, Noruega, Canadá e Irlanda del Norte (Reino Unido), mientras que Sudáfrica, China, Lituania, Vietnam, Irán, Corea del Norte, Corea del Sur y la gran mayoría de los Estados Unidos (a nivel estatal) criminalizaron la compra de sexo sin dejar de considerar el ejercicio de la prostitución como un delito.[10] El modelo fue desarrollado por abogados de derechos humanos escandinavos junto con la autora Elise Lindqvist[11] (una conferenciante sueca prostituida en su adolescencia, y abusada sexualmente desde su infancia).
La amnistía Internacional se opone a este tipo de legislación y pide la anulación (derogación) de estas leyes.[12] El Programa de Naciones Unidas en el Sida o VIH (En Inglés: Joint United Nations Programme on HIV/AIDS. De sigla: UNAIDS) y la Entidad de Naciones Unidas para Igualdad de Género y el Empowerment de Mujeres (Mujeres de las Naciones Unidas, en inglés: UN Women) también favorece la descriminalización del comercio sexual.[13] Algunos académicos han argumentado que hay evidencia insuficiente que esta forma de legislación reduce demanda, y otros han argumentado que la prostitución no es reducida sino escondida o invisibilizada.[14]