País frágil
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Un país frágil, país débil o Estado frágil es un país caracterizado por la baja capacidad de su aparato estatal, lo que deja a su ciudadanía expuesta a una amplia gama de choques.
El Banco Mundial, por ejemplo, considera que un país es "frágil" si: (a) es elegible para una donación de la Asociación Internacional de Fomento (AIF); (b) ha tenido una misión de paz de la ONU en los últimos 3 años; y (c) ha recibido una puntuación de gobernanza de menos de 3,2 por el Índice de Valoración de Políticas e Instituciones Nacionales[1] (CPIA por sus siglas en inglés) del Banco Mundial).
Una definición más integradora de "país frágil" también podría mencionar la creciente incapacidad de un aparato estatal para mantener el monopolio de la violencia en su territorio declarado. Esto ocurre cuando grupos armados ejercen el control parcial o total sobre zonas de ese territorio. Algunas fuentes[2] consideran que "Estado frágil" es lo mismo que "Estado fallido", pero se trata de categorías diferentes, siendo los Estados frágiles muchos más que los fallidos, al igual que las enfermedades graves son muchas más que las terminales. Todos los Estados fallidos son frágiles, pero no todos los Estados frágiles son fallidos.[3] El conjunto de países frágiles se compone de los fallidos, de los que están fallando y de los que se están recobrando.[4]
Mientras muchos países están progresando hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un grupo de 35 a 50 países (dependiendo de la medida utilizada) no avanza. Se estima que, de los 7 millardos de habitantes del mundo, el 26 % viven en países frágiles. Además en estos países se encuentra un tercio de las personas que sobreviven con menos de 1,25 dólares estadounidenses ($) diarios (pobreza extrema) y la mitad de los niños del mundo que, precisamente por esa pobreza, mueren antes de cumplir 5 años. Asimismo, en los países frágiles se produce un tercio de la mortalidad materna mundial.[5]
No solo no avanzan, sino que la brecha con otros países en desarrollo se está ensanchando desde la década de 1970. En 2006, el PIB per cápita creció sólo el 2 % en los países frágiles, mientras que alcanzó el 6 % en otros países de bajos ingresos.
El Banco Mundial divide a los países en 4 categorías según sus ingresos: altos, medio-altos, medio-bajos y bajos. Se prevé (según, por ejemplo, el Banco Mundial en 2008) que los países frágiles constituirán en el futuro un porcentaje todavía mayor de los países de ingresos bajos, porque países que son ahora de ingresos bajos, pero no frágiles, pasarán a ser de ingresos medio-bajos. Esto es un reto importante para los esfuerzos de desarrollo y el Instituto de Desarrollo de Ultramar, un laboratorio de ideas británico especialista en desarrollo, sostiene que los países frágiles, por su mayor riesgo, necesitan modelos de desarrollo fundamentalmente distintos de los aplicados en países más resilientes.[6]
Para una mejor comprensión de este artículo, se recomienda la lectura de Construcción del Estado.