Estado fallido
Estado soberano incapaz de garantizar los servicios básicos a su población / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El término Estado fallido es empleado por expertos, políticos, periodistas y comentaristas políticos para describir un Estado soberano que, se considera, ha fallado en: garantizar el funcionamiento normal de la administración general, estabilizar la economía, garantizar el acceso a servicios básicos a su población y controlar la criminalidad y/o terrorismo entre otros. Se mide el fracaso de un estado con los siguientes parámetros:
- Corrupción política e ineficacia policial y judicial[1].
- Altos niveles de criminalidad, delincuencia organizada, e inseguridad ciudadana.
- Altos niveles de terrorismo y narcotráfico.
- Incapacidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad para responder a los dos puntos anteriores.
- Altos niveles de informalidad, pobreza y pobreza extrema.
- Crisis económicas, inflación y desempleo.
- Incapacidad para suministrar servicios básicos a su población.
- Sobrepoblación y contaminación.
- Bajos porcentajes de personas con educación superior.
- Gran parte de la población viviendo en asentamientos irregulares.
- Fuga de talento (emigración altamente cualificada).
- Gran parte de la población con educación primaria o secundaria incompleta.
- Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
- Incapacidad para responder a emergencias nacionales.
- Vulnerabilidad frente a desastres naturales.
- Incapacidad para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional.
El grado de control gubernamental que se necesita, para que un Estado no se considere como fallido, presenta fuertes variaciones.[2] Más notable aún, el concepto mismo de Estado fallido es controvertido, sobre todo cuando se emplea mediante un argumento de autoridad, y puede tener notables repercusiones geopolíticas.[2][3]
En un sentido amplio, el término se usa para describir un Estado que se ha hecho ineficaz, teniendo solamente un control nominal sobre su territorio, en el sentido de tener grupos armados (e incluso desarmados) desafiando directamente la autoridad del Estado, una burocracia insostenible e interferencia militar en la política.