Mancha (pintura)
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La mancha es un elemento esencial de la pintura y otras artes visuales. Es el resultado del primer contacto del material pictórico con el soporte pictórico, al que pueden seguir o no más etapas de elaboración. La relación entre la mancha y la superficie pictórica es ambivalente: puede aplicarse sobre una superficie previa o puede generar ella misma, o junto a otras yuxtapuestas, una superficie pictórica. El color de las manchas (y, en su caso, de otros elementos pictóricos) determina la monocromía o policromía de la obra.[1]
Además de la definición de "mancha" como "estudio" recogida en el DRAE ("Estudio hecho sobre lienzo, o sobre tabla, con pincel y colores, para observar el efecto de las luces");[2] "mancha", como elemento del arte (como lo son básicamente el punto,[3] la línea o el plano[4]) es una forma que se plasma sobre el soporte pictórico para obtener las figuras[5] deseadas por el pintor. A diferencia de aquellos, no suele tener direccionalidad ni contornos geométricos estrictos, siendo fruto de una aplicación (pincelada en la mayor parte de los casos, o vertido y salpicado -en la Action painting-) más o menos intencionada, controlada, espontánea o casual.[6] El predominio de la mancha o de la línea caracteriza el "estilo pictorial" o el "estilo lineal".[7]
La mancha es un elemento pictórico caracterizado por su rápida ejecución y su expresividad. Puede vincularse a una estructura lineal previa del dibujo, o realizarse de forma autónoma. Es más gestual que la línea y por ello proporciona menos exactitud y requiere más dominio de la técnica para obtener sus efectos: crear claroscuro, volumen,[8] estructurar superficies o encajar la composición. Aplicada como parte del propio dibujo, se pueden diferenciar dos tipos: mancha seca o mancha a la aguada, cada una de ella con múltiples variantes. [9]
Existen al menos tres movimientos pictóricos que toman su nombre del concepto de "mancha": los macchietistta napolitanos del siglo XVII (como Salvator Rosa, que improvisaba sus capriccio),[10] los macchiaioli italianos de la segunda mitad del siglo XIX, y el Tachismo (denominación francesa del expresionismo abstracto o informalismo de mediados del siglo XX).
Para Kandinsky, que es un experimentador riguroso, el punto y la línea son lo que se puede hacer con una punta dura y trazadora; la mancha de color es lo que se puede hacer con un pincel bañado con materia colorante más o menos diluida.