Literatura antiherética
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La Literatura antiherética es una colección de textos y autores del cristianismo primitivo durante la segunda mitad del siglo II, cuya principal motivación es exponer la doctrina cristiana mayoritaria y contrastarla con otras ideas consideradas novedosas o heterodoxas. Si bien muchas obras se han perdido, llegan a la actualidad dos grandes clasificaciones de textos:
- Fragmentos de epístolas pastorales y testimonios de los obispos de Roma Sotero (166-174), Eleuterio (174-189), Víctor (189-198), y Ceferino (198-217); y de obispos de otras ciudades como Serapión de Antioquía (191-211), Dionisio de Corinto (-ca. 175) y Pinito de Cnosos (-ca. 180.).
- Autores con obras teológicas extensas y detalladas como Ireneo de Lyon (140-202) y Hegesipo de Jerusalén (110-180). Muchas obras que son mencionadas o citadas por fuentes posteriores se han perdido: dos obras de Teófilo de Antioquía, una refutación del gnosticismo por Felipe de Gortina, un libro de Agripa Cástor contra la secta de Basílides, un texto de Musano contra el Encratismo etc.
En palabras de Johannes Quasten, «la refutación teológica se propuso dos objetivos: poner de manifiesto sus errores y exponer correctamente las enseñanzas de los Apóstoles y de sus sucesores legítimamente nombrados».[1]