Invasiones vikingas en Gran Bretaña e Irlanda
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Las invasiones vikingas en Gran Bretaña e Irlanda comenzaron a finales del siglo VIII, principalmente en los monasterios.[1] El primer monasterio allanado fue en el 793 en Lindisfarne, en la costa noreste;[2] la Crónica anglosajona describía a los vikingos como hombres paganos.[3] Los monasterios y las iglesias minster eran objetivos populares, ya que eran ricos y tenían objetos valiosos que eran portátiles.[4] La Crónica anglosajona para el año 840 dice que Ethelwulfo de Wessex fue derrotado en Carhampton, Somerset, después de que treinta y cinco barcos vikingos hubieran desembarcado en el área.[5]
Según las Sagas nórdicas, en el 865 el legendario jefe vikingo Ragnar Lodbrok cayó en manos del rey Aelle de Northumbria. Aella, supuestamente, hizo que Ragnar fuera arrojado a un nido de serpientes. Se dice que los hijos enfurecidos de Ragnar, aprovechando la inestabilidad política en Inglaterra, reclutaron al Gran ejército pagano, o simplemente Gran ejército, que desembarcó en el reino de Anglia Oriental ese año. No hay pruebas de que esta leyenda tenga base en la historia; sin embargo, se sabe que varios de los líderes vikingos agruparon sus bandas para formar un gran ejército que desembarcó en el reino de Anglia Oriental para iniciar su intento de conquista de Inglaterra en el 866.[6][7]
En el 867 el Gran ejército fue al norte y capturó York, pero Aella, junto con el apoyo de los otros reinos ingleses, intentó retomar la ciudad. No tuvo éxito; los anales del año dicen que Aella murió durante la batalla, pero según la leyenda fue capturado por los vikingos, que lo ejecutaron o lo sometieron al águila de sangre como castigo por el asesinato de Ragnar Lodbrok.[6][7][8]
A finales del siglo IX, los vikingos habían invadido la mayoría de los reinos anglosajones que constituían la Inglaterra de la época. Sin embargo, Alfredo el Grande, rey de Wessex, derrotó a los vikingos, liderados por Guthrum el Viejo, en la batalla de Edington del año 878. El tratado resultante dio a los daneses el control del norte y el este de Inglaterra, con Alfredo y sus sucesores controlando Wessex.[9] Pero toda Inglaterra se unificó con Noruega y Dinamarca en el siglo XI, durante el reinado del rey danés Canuto II.[10][11]
Cuando Canuto II murió, sin embargo, fue sucedido por el rey anglosajón Eduardo el Confesor, quien se las arregló para reinar hasta su muerte en 1066, cuando fue sucedido por el poderoso conde de Wessex, Haroldo Godwinson. El ascenso de Haroldo, sin embargo, no fue unánimemente aceptado. Al norte, el rey noruego Harald Hardrada invadió Inglaterra. A finales del verano de 1066, los invasores navegaron por el río Ouse antes de avanzar sobre York. En las afueras de la ciudad derrotaron a un ejército inglés del norte dirigido por Edwin, conde de Mercia y su hermano Morcar, conde de Northumbria en la batalla de Fulford el 20 de septiembre.[12] Al enterarse de la derrota del ejército del norte, Haroldo Godwinson marchó con el ejército del sur hacia el norte y se encontró y derrotó a Hardrada en la batalla de Stamford Bridge.[12]
Mientras Godwinson estaba ocupado en el norte, Guillermo el Bastardo (más tarde en el 1066, conocido como Guillermo el Conquistador), desembarcó su ejército en el reino de Sussex, con la intención de apoderarse del trono de Inglaterra.[13]