Incendio de vetas de carbón
combustión bajo tierra de un depósito de carbón / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El incendio de vetas de carbón es un fenómeno que consiste en la combustión de un afloramiento superficial o subterráneo de carbón. La mayoría de los incendios de vetas de carbón exhiben combustión latente,[1] (en particular, los incendios subterráneos), debido a la disponibilidad limitada de oxígeno atmosférico. Los casos de incendios de vetas de carbón en la Tierra se remontan a varios millones de años.[2][3] Debido al aislamiento térmico y a que la corteza evita la extinción del fuego por el efecto de la lluvia o de la nieve, son los incendios más persistentes de la Tierra y pueden arder durante miles de años, como en el caso del monte Wingen en Australia.[4] Los incendios de vetas de carbón pueden encenderse por autocalentamiento debido a la oxidación a baja temperatura, rayos, incendios forestales e incluso incendios provocados por el hombre. Los incendios de vetas de carbón han ido moldeando lentamente la litosfera y cambiando la atmósfera, pero este ritmo se ha vuelto más rápido y extenso en los tiempos modernos debido al auge de la minería.[5]
Los incendios de carbón son un peligro grave para la salud y la seguridad de la población, ya que afectan al medio ambiente al liberar gases tóxicos; pueden provocar la quema de pastos y matorrales o generar incendios forestales; y también pueden provocar el hundimiento de infraestructuras superficiales, como carreteras, tuberías, líneas eléctricas, soportes de puentes, edificios y viviendas. Ya sea porque los inicien los humanos o sean debidos a causas naturales, los incendios pueden prolongarse durante décadas o incluso durante siglos, hasta que se agota la fuente de combustible; se intercepta una capa freática permanente; la profundidad de la quema se vuelve mayor que la capacidad del suelo para hundirse y las llamas se quedan sin ventilación; o se produce una intervención humana. Debido a que se queman bajo tierra, los incendios de vetas de carbón son extremadamente difíciles y costosos de extinguir, y es poco probable que las lluvias los apaguen.[6] Existen fuertes similitudes entre los incendios de carbón y la combustión en las turberas.
En todo el mundo, miles de fuegos subterráneos de carbón arden en cualquier momento. El problema es más agudo en las naciones industrializadas ricas en carbón, como China.[7] Se estima que las emisiones globales de los incendios de carbón hacen que 40 toneladas de mercurio pasen a la atmósfera anualmente, y representan el tres por ciento de las emisiones anuales de CO2 en el mundo.[8]