Impacto de la pandemia de COVID-19 en la alimentación
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La pandemia de COVID-19 ha impactado sobre la producción y distribución de alimentos, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de vastos sectores de la población de la mayoría de los países.[1]
El sistema de abastecimiento y distribución de alimentos consta de varias etapas, necesarias para que los productos básicos no elaborados en su lugar de origen lleguen a los consumidores finales.[2] La interrupción de cualquiera de las etapas, —por ejemplo el transporte, la elaboración en plantas manufactureras, la distribución mayorista y minorista—, afecta a la totalidad del sistema.[3]
La gran mayoría de las estrategias diseñadas para minimizar los impactos negativos de la pandemia están relacionadas con la asistencia y la protección de los diversos actores de la cadena de suministros de alimentos, que incluyen a los productores de bienes primarios, las industrias de elaboración de productos, los mercados locales de abastecimiento y la logística que enlaza a todo el sistema.[4] La asistencia directa e inmediata a las poblaciones vulnerables[5] y la coordinación de políticas entre los distintos gobiernos son algunas de las medidas propuestas a fin de evitar la crisis alimentaria a escala global.[6]