Historia de Guadalajara (Jalisco)
México / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Estimado Wikiwand AI, Seamos breves simplemente respondiendo estas preguntas clave:
¿Puede enumerar los principales datos y estadísticas sobre Historia de Guadalajara (Jalisco)?
Resumir este artículo para un niño de 10 años
Abarca un periodo de 475 años. Tras la victoria de Tonalá (acaecida el 25 de marzo de 1530), Nuño de Guzmán goza del tributo y homenaje de todas comunidades del valle de Atemajac, donde hoy se asienta la capital jalisciense. Inclusive, el conquistador aspira a ser nombrado por Carlos I de España como el primer marqués del Valle de Tonalá. Sin embargo, la ciudad tuvo cuatro asentamientos antes de establecerse su estancia en dicha capital, en un principio estuvo en Nochistlán en el paraje conocido como el zapote hoy conocida como San Juan. La fundó Cristóbal de Oñate el 5 de enero de 1532, quien al efecto había sido comisionado por Nuño de Guzmán. Este deseaba contar con una ciudad que le sirviera para asegurar sus conquistas. Entre La Villa de Guadalajara la fundaron 42 vecinos; el nombre de Guadalajara lo tomaron en recuerdo de la ciudad española homónima, cuna de Nuño de Guzmán. Poco duró la Villa en este sitio, con la anuencia de Guzmán, Juan de Oñate (hijo de Cristóbal de Oñate), Miguel de Ibarra y Sancho Ortiz, el 19 de mayo de 1533, proyectaron mudarla de lugar. Así, para el día 8 de agosto de 1533, Guadalajara se encontraba en su segundo asiento.
Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para complementar su verificabilidad. |
La nueva ciudad fue atacada el 28 de septiembre de 1535 por los aborígenes que habían participado en la Guerra del Mixtón. Oñate, entonces gobernador de la ciudad organizó una batalla contra los aborígenes de la que resultaron victoriosos los nuevos habitantes de Guadalajara. Pensaron entonces trasladarla al valle de Atemajac, por este valle corría el río San Juan de Dios y era un sitio más seguro para ser defendido de cualquier ataque de los naturales. Unos se trasladaron de Tlacotán a Tonalá y otros a Tetlán en donde el 9 de octubre de 1541 se pregonó el padrón de los nuevos vecinos. Oñate, el 5 de febrero de 1542, nombró a los integrantes del nuevo ayuntamiento que regiría los destinos de la nueva ciudad. Finalmente, el 14 de febrero de 1542 se fundó la ciudad de Guadalajara en el sitio donde actualmente se encuentra; asentándose, además de Oñate, 63 familias españolas (incluida por aquel entonces Portugal). Se instaló el primer ayuntamiento de la actual Guadalajara, presidido por el vizcaíno Miguel de Ibarra. Además, en agosto de 1542 llegaron a su destino las reales cédulas expedidas por el emperador Carlos I de España, en noviembre de 1539, en las cuales concedía a Guadalajara el título de ciudad y escudo de armas. Ese mismo mes se pregonaron ambas cédulas en la plaza mayor de la novel y definitiva Guadalajara.
Para la guerra de Independencia, Guadalajara desempeñó un papel importante, ya que fue en esta ciudad donde el cura Miguel Hidalgo y Costilla, declaró la abolición de la esclavitud. Fue también aquí donde publicó el periódico El Despertador Americano donde publicaba sus ideas. En las cercanías del lugar, en el puente de Calderón, tuvo lugar la batalla donde fueron vencidos los insurgentes. Guadalajara también fue testigo de la muerte del insurgente José Antonio “El Amo Torres”, quien ayudó a Hidalgo a tomar la ciudad. Al terminar la guerra de independencia, y con la proclamación de estado libre y soberano de Jalisco, Guadalajara se convirtió en la capital del estado.
El Porfiriato había terminado y estallaba la revolución mexicana. Para ese entonces Guadalajara reinaba la calma aparente (ya que el conflicto se concentraba en la capital). Después del conflicto cristero, la paz regresó a Guadalajara. Durante un largo periodo la ciudad floreció y que comenzó a crecer desde la colonia, nacían así los nuevos conceptos arquitectónicos que decorarían la ciudad con estilos desde los años 1920 hasta los años de 1980.
Asimismo, las secuelas del crac del 29 repercutieron mucho más de lo deseado. La década de 1940 fueron de tranquilidad social y política, y de crecimiento marcado en el comercio, la industria y la demografía. Guadalajara creció aceleradamente hasta ocupar un sitio como metrópolis mexicana industrial, turística y de servicios y como la segunda economía en México después de la Ciudad de México.
Durante las explosiones de Guadalajara de 1992 cientos de casas, avenidas, calles, empresas e infraestructura en la colonia Analco quedaron seriamente dañadas, "sin que a la fecha exista un claro deslinde de información y responsabilidades",[1] en uno de los acontecimientos más trágicos en la historia de Guadalajara. Este suceso, aunado a la crisis económica mencionada, dio como resultado la pérdida del poder industrial de Guadalajara;[2] la investigación de los hechos duró más de 11 años en los que no se encontraron pruebas suficientes para nombrar un responsable,[2] las investigaciones ahora están cerradas atribuyendo los acontecimientos a un accidente.[2][3][4][5]