Historia LGBT en Islandia
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La historia de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) en Islandia se diferencia de la de otros países escandinavos por la baja visibilidad que las personas pertenecientes a la diversidad sexual tuvieron hasta mediados del siglo XX. Esto se debió a que la población de Islandia era mucho menor a la de sus análogos nórdicos y que durante gran parte de su historia fue principalmente una sociedad agraria en la que la mayoría de personas vivía en áreas rurales.[1][2] Sin embargo, desde finales del siglo XX, Islandia se ha convertido en uno de los países más incluyentes del mundo para las personas LGBT y eventos como el Orgullo de Reikiavik reúnen de forma anual a alrededor de la tercera parte de la población total del país.[3][4] La rápida evolución de la aceptación social hacia las personas LGBT se explica por la tradición de Islandia como una sociedad igualitaria, que habitualmente ha estado a la vanguardia en temas como la implementación de leyes a favor del bienestar social y la emancipación de la mujer.[5]
Islandia se independizó del Reino de Dinamarca en 1944,[6] aunque desde mucho antes contaba con leyes propias. El primer Código Penal islandés fue aprobado en 1869 y criminalizó la homosexualidad en su sección 178, que fijó una pena de «trabajos forzados en un correccional» para las personas que tuvieran «relaciones sexuales contra la naturaleza».[7] No obstante, la homosexualidad era un tema rara vez discutido y casi no existieron condenas en base a esta ley.[1][8] El único caso importante fue el del deportista Gordon Sigurjonsson, que en 1924 fue condenado a ocho meses de prisión por tener relaciones sexuales con otros hombres.[9] En 1940, el Alþingi aprobó un nuevo Código Penal que despenalizó la homosexualidad, aunque aprobó una edad de consentimiento superior para las relaciones entre personas del mismo sexo y prohibió la prostitución homosexual.[10]
A partir de la década de 1950, una subcultura gay comenzó a nacer en Reikiavik, aunque la homofobia aún era común en la sociedad, particularmente en los medios de prensa.[11][12] Estos años también vieron un cambio de paradigma en cuanto a la homosexualidad en el país. De ser un concepto abstracto relacionado con otros países europeos que no se creía presente en Islandia, pasó a ser una realidad conocida de la que se hablaba mucho más seguido.[13] En 1975, el cantante Hörður Torfason se convirtió en la primera celebridad islandesa en anunciar públicamente su homosexualidad.[14] Tres años después, Torfason y un grupo de 12 personas crearon Samtökin '78, la primera organización LGBT del país.[15][16]
En 1992, el Alþingi equiparó la edad de consentimiento para relaciones entre personas del mismo sexo y eliminó la prohibición a la prostitución homosexual. Además aprobó la creación de una comisión especializada para analizar las condiciones de vida de las personas LGBT.[17] Los recomendaciones emitidas por esta comisión llevaron a la aprobación en 1996 de una ley que legalizó las uniones civiles para parejas del mismo sexo y a la prohibición de la discriminación en base a la orientación sexual.[18][19] Durante esta década, también se llevaron a cabo las primeras manifestaciones públicas a favor de los derechos de las personas LGBT y la primera edición del Orgullo de Reikiavik, que tuvo lugar en 1999.[20]
Los primeros años del siglo XXI trajeron cambios legales adicionales a favor de las personas pertenecientes a la diversidad sexual. En 2006, el Alþingi legalizó la adopción para parejas del mismo sexo y la inseminación artificial para parejas lésbicas,[21] mientras que en 2010 legalizó en un voto unánime el matrimonio entre personas del mismo sexo.[22] Adicionalmente, el 1 de febrero de 2009, Islandia hizo historia cuando Jóhanna Sigurðardóttir se convirtió en la primera jefa de Gobierno abiertamente LGBT en la historia moderna.[23][22]