Glándula sudorípara ecrina
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Las glándulas sudoríparas ecrinas (de ekkrinein "secretar";[2] a veces denominadas glándulas merocrinas) son las glándulas sudoríparas más grandes del cuerpo humano,[3] se encuentran en prácticamente toda la piel, con la mayor densidad en la palma de la mano y las plantas de los pies, luego en la cabeza, pero mucho menos en el torso y las extremidades. En otros mamíferos, son relativamente escasas y se encuentran principalmente en áreas sin pelo como las almohadillas de las patas. Alcanzan su punto máximo de desarrollo en los seres humanos, donde pueden llegar a haber entre 200 y 400/cm² de superficie de la piel.[4][5] Producen una sustancia transparente e inodora, sudor, que consiste principalmente en agua. Están presentes desde el nacimiento. Su parte secretora se encuentra en el interior de la dermis.
Glándula sudorípara ecrina | ||
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TH | H3.12.00.3.03009 | |
TH | H3.12.00.3.03009 | |
Información anatómica | ||
Precursor | Ectodermo [1] | |
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Las glándulas ecrinas están compuestas por un conducto espiral intraepidérmico, el "acrosiringo"; un conducto dérmico, que consta de una porción recta y enrollada; y un túbulo secretor, enrollado profundamente en la dermis o hipodermis.[6] La glándula ecrina se abre a través del poro del sudor. La porción enrollada está formada por dos capas concéntricas de células epiteliales columnares o cuboidales.[7] Las células epiteliales están interpuestas por las células mioepiteliales. Las células mioepiteliales sostienen las células epiteliales secretoras. El conducto de la glándula ecrina está formado por dos capas de células epiteliales cuboidales.[8]
Las glándulas ecrinas participan en la termorregulación al proporcionar enfriamiento a partir de la evaporación del agua del sudor secretado por las glándulas en la superficie del cuerpo y la sudoración inducida emocionalmente (ansiedad, miedo, estrés y dolor).[5][6] El sedimento blanco en las secreciones ecrinas por lo demás incoloras es causado por la evaporación que aumenta la concentración de sales.
El olor del sudor se debe a la actividad bacteriana en las secreciones de las glándulas sudoríparas apocrinas, un tipo de glándula sudorípara claramente diferente que se encuentra en la piel humana.
Las glándulas ecrinas están inervadas por el sistema nervioso simpático, principalmente por fibras colinérgicas cuya descarga se ve alterada principalmente por cambios en la temperatura corporal profunda (temperatura central), pero por también por fibras adrenérgicas.[9] Las glándulas de las palmas de las manos y las plantas de los pies no responden a la temperatura, pero segregan en momentos de estrés emocional.