Ehécatl
dios mexica del aire y el viento / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Ehécatl (del náhuatl: Ehekatl ‘viento’) en la mitología mexica y para otras culturas de Mesoamérica, era el dios del viento. Usualmente se le interpreta como una de las manifestaciones de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, tomando el nombre de Ehécatl-Quetzalcoatl, apareciendo en el aliento de los seres vivos y en las brisas que traen las nubes con lluvia para los sembradíos.[2]
Es uno de los dioses principales de la creación y héroe cultural en las mitologías de creación del mundo. Su aliento inicia el movimiento del Sol, anuncia y hace a un lado a la lluvia. Trae vida a lo que está inerte. Se enamoró de una muchacha humana llamada Mayah, y le dio a la humanidad la habilidad de amar para que el pudiera corresponderle su pasión y también la habilidad de volar para poder alcanzarlo. Su amor fue simbolizado con un hermoso árbol, el cual crece en el lugar en el que llegó a la tierra.
Según el mito azteca, luego de la creación del quinto sol, este estaba fijo en un punto del cielo, al igual que la luna, hasta que Ehécatl soplo sobre ellos y los puso en movimiento. Usualmente era representado con una máscara bucal roja en forma de pico. Con ella limpiaba el camino para Tláloc, dios de la lluvia, y los Tlaloque, dioses menores.
En ocasiones se le representaba con dos máscaras, tiene un caracol en el pecho, pues el viento es usado para tocar el caracol, y asemeja el sonido del viento; Sus templos normalmente tenían forma circular, para tener menor resistencia al viento y ayudar a su circulación. A veces se le asociaba con los cuatro puntos cardinales, pues el viento viene y va en todas direcciones. Su equivalente en la cultura otomí es Edahi.[3]