Alcores de Cáceres
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La ciudad española de Cáceres, ubicada en el centro de Extremadura, está construida sobre un conjunto de colinas o cerros que sobresalen en el centro de la penillanura trujillano-cacereña.[1][2][3] Esta formación del relieve, que carece de un nombre oficial, es conocida tradicionalmente en la ciudad como los «Alcores de Cáceres», aunque ocasionalmente también se menciona como «Montaña de Cáceres», «Colinas de Cáceres» o «Sierra de Cáceres».[4]
Alcores de Cáceres | ||
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La sierra de la Mosca vista desde el casco antiguo de Cáceres al atardecer | ||
Ubicación geográfica | ||
Continente | Europa | |
Península | Península ibérica | |
Ubicación administrativa | ||
País | España | |
Municipio | Cáceres y Sierra de Fuentes | |
Características | ||
Subsistemas | Sierra de la Mosca, sierra de Aguas Vivas y numerosas colinas menores | |
Límites | Rodeada por la penillanura trujillano-cacereña | |
Cota máxima | 664 m s. n. m. (El Risco de Sierra de Fuentes) | |
Piedemonte | 300-400 m s. n. m. | |
Ríos principales | Separa las cuencas de los ríos Almonte y Salor | |
Los Alcores están formados principalmente por dos pequeñas sierras, denominadas oficialmente sierra de la Mosca (coloquialmente «La Montaña») y sierra de Aguas Vivas (coloquialmente «La Sierrilla»), que se ubican respectivamente al este y oeste del centro urbano. En su entorno se ubican junto a estas dos sierras numerosas pequeñas colinas.[3] La estructura separa las cuencas de los ríos Almonte y Salor,[2] lo que convierte a Cáceres en una de las pocas grandes ciudades españolas que no tiene un río mínimamente importante en su casco urbano.[3]
En su conjunto, esta formación rocosa funciona como un gran cerro testigo desde cuyos puntos más altos pueden apreciarse los distintos llanos que forman la penillanura trujillano-cacereña, lo cual ha dado lugar a la formación de miradores muy conocidos como el santuario de la Montaña[5] o el paseo Alto.[6] Desde su fundación en época romana, las colinas han condicionado históricamente el urbanismo de Cáceres: originalmente eran buscadas por sus utilidades defensivas e hídricas, pero desde finales del siglo XX se ha preferido hacer crecer la ciudad hacia las zonas llanas para facilitar el tráfico rodado.[7]