Virrey del Río de la Plata
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El cargo de virrey fue la máxima autoridad local del virreinato del Río de la Plata. Su titular era nombrado por el rey de España, de quien dependía políticamente.
Virrey del Río de la Plata | ||||
---|---|---|---|---|
Cargo desaparecido | ||||
| ||||
Francisco Javier de Elío (Último titular) | ||||
Ámbito | Virreinato del Río de la Plata | |||
Residencia | Fuerte de Buenos Aires | |||
Duración | Indeterminado hasta la elección de otro virrey | |||
Designado por | Rey de España | |||
Creación | 1 de agosto de 1776 | |||
Cargo anterior | Virrey del Perú | |||
Primer titular | Pedro de Cevallos | |||
Supresión |
25 de mayo de 1810 (de facto) 11 de noviembre de 1811 (de iure) | |||
Cargo sucesor | Primera Junta | |||
Último titular |
Baltasar Hidalgo de Cisneros (de facto) Francisco Javier de Elío (de iure) | |||
El cargo fue creado en 1776 junto con el respectivo distrito, a raíz de las reformas borbónicas implementadas por el rey Carlos III de España, siendo el primer virrey Pedro de Cevallos.
En 1810 el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros fue depuesto durante la Revolución de Mayo que inició el proceso independentista, por lo que se convirtió en el último virrey residente en Buenos Aires que ejerció su autoridad sobre la totalidad del virreinato. Las autoridades de esta ciudad no reconocieron a su sucesor, el virrey Francisco Javier de Elío, por lo que este tuvo que instalarse en Montevideo, que fue declarada capital del virreinato. Elío fue el último virrey con poder efectivo, aunque no el último gobernante, pues tras su mandato, Gaspar de Vigodet se convirtió en la máxima autoridad española en el Río de la Plata. Vigodet no tomó el título de virrey, pero sí otros inherentes a este cargo como eran los de Capitán General y Gobernador de las Provincias del Río de la Plata y Presidente de la Real Audiencia de Buenos Aires.
En 1825 Pedro Antonio Olañeta fue nombrado virrey por el rey Fernando VII, quien desconocía que Olañeta había fallecido meses antes como consecuencia de las heridas sufridas durante el combate de Tumusla.