Teorías de la conspiración masónicas
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Las teorías de la conspiración masónica son teorías de conspiraciones que atribuyen a la francmasonería un papel protagonista. Desde finales del siglo XVIII se han descrito cientos de teorías conspirativas sobre la masonería.[1] Por lo general, estas teorías se dividen en tres categorías distintas: políticas (normalmente relacionadas con acusaciones de que controlan al gobierno, sobre todo en los Estados Unidos y el Reino Unido), religiosas (normalmente relacionadas con acusaciones de creencias o prácticas anticristianas o satánicas) y culturales (normalmente relacionadas con el entretenimiento popular). Muchas teorías conspirativas han relacionado a los francmasones (y a los templarios) con la adoración del diablo;[2] estas ideas se basan en diferentes interpretaciones de las doctrinas de esas organizaciones.[3]
De las afirmaciones de que la masonería ejerce control sobre la política, quizá el ejemplo más conocido sea la teoría del Nuevo orden mundial, pero hay otras. Éstas implican principalmente a aspectos y agencias del gobierno de los Estados Unidos, pero a menudo se utilizan sucesos reales ocurridos fuera de ese país (como el escándalo de Propaganda Due en Italia) para dar credibilidad a las afirmaciones.
Otro conjunto de teorías tiene que ver con la masonería y la religión, en particular la idea de que la masonería trata con «lo oculto».[4] Estas teorías tienen su origen en el fraude de Taxil.[5][6] Además de éstas, hay varias teorías que se centran en la incrustación de símbolos en artículos que de otro modo serían ordinarios, como los dibujos de las calles, estampillas nacionales, logotipos corporativos, etc.
Hay teorías masónicas de la conspiración relacionados con cada aspecto de la sociedad. La mayoría de estas teorías se basan en uno o más de los siguientes supuestos:
- Que la masonería es su propia religión, que requiere la creencia en un dios masónico único, y que la creencia en este dios masónico es contraria a las enseñanzas de varias religiones dominantes (aunque por lo general se señala en términos de ser específicamente contraria a la creencia cristiana).[7]
- Que el grado 33 del Rito Escocés es más que un grado honorífico, unido a la creencia de que la mayoría de los masones no son conscientes de la existencia de grupos ocultos o secretos dentro de su organización que los gobiernan, conducen rituales ocultos o controlan varias posiciones de poder gubernamental.[8]
- Que existe una organización mundial centralizada que controla todas las Grandes Logias masónicas, y por lo tanto, toda la masonería mundial actúa de manera unificada.
- Que en el símbolo principal de la masonería constituido por una escuadra y un compás, la letra G que se inscribe en el centro hace referencia a un Grigori, o ángel caído, de nombre Gadreel.