Restauración en América
proyectos que pretendían restablecer el orden monárquico absolutista fernandino en América / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La Restauración hace referencia al periodo durante el cual se emprendieron proyectos que pretendían restablecer el orden monárquico absolutista fernandino en América, de la misma forma que había sucedido en la península ibérica, mediante el golpe militar expuesto en el Manifiesto de los Persas. Fue un proceso que continuaba, aunque con otro cariz, las mismas guerras civiles acaecidas con la eclosión de los movimientos liberales de ambos hemisferios, sucedidas tras las abdicaciones de Bayona. Donde antes se había enfrentado la hegemonía de Cádiz, en la Península ibérica, contra las juntas americanas, que pretendían la independencia política, ya sea en forma de repúblicas o monarquías independientes. Y ahora, en donde se intentaba retornar al antiguo régimen absoluto.
La Restauración del viejo orden fue posible gracias a que en los intereses monárquicos se unió el propósito de retornar al pasado y restablecer el orden que había sido dominante, con la visión de un nuevo comienzo que sería dictaminado por la voluntad del rey. Desde la visión restaurativa, el restablecimiento de la monarquía en América daría lugar a un periodo de prosperidad y era lo adecuado para que la región volviera a su estado anterior antes de la crisis monárquica, “una era de felicidad común”.[2] Sin embargo, la restauración americana tuvo como desenlace el triunfo de las revoluciones independentistas, a diferencia de la experiencia restaurativa europea en donde la conclusión llegó con la instauración de regímenes monárquicos constitucionales.[3]
La Restauración en América puede ubicarse entre 1814, con la vuelta al trono absoluto de Fernando VII, y acabar en 1820, con la revolución española del Trienio Liberal. Durante sus últimos años de reinado la Santa Alianza de Europa, limitada solo a la Penínusla Ibérica, no representó ninguna amenaza para las repúblicas emergentes. No obstante, las influencias de este periodo se extenderían años más tarde, puesto que el ambiente político seguiría condicionado.[3]
A pesar de que la historiografía tradicionalmente ha designado a este espacio temporal como Reconquista, el concepto Restauración resulta mucho más apropiado en términos analíticos para comprender los episodios que ocurrieron en este periodo y sus repercusiones, ya que permite estudiar aspectos fundamentales del proceso que son desconocidos en la lectura histórica nacional que el término "Reconquista" propone.[4] Asimismo, es de gran importancia tener en cuenta que, a diferencia de la Reconquista, el uso del concepto Restauración sí reconoce que los acontecimientos de esta época hicieron parte de un proceso histórico más amplio "desencadenado por el fin del imperio napoleónico y el retorno de las casas dinásticas a los tronos europeos”.[3] El cual, no solo tuvo lugar en Europa, sino también en América, África y Asia, pues estos espacios también hicieron parte de la corona imperial.[3]
En consecuencia, el uso del concepto Restauración permite complementar los vacíos producidos en los análisis de la "reconquista", que encasillados en los mitos patrióticos han derivado en la poca abundancia de nuevas investigaciones sobre este periodo. Los estudios en perspectiva restaurativa dan cuenta de un panorama más grande de lo sucedido, crean oportunidades para repensar el fenómeno y para entender las posibilidades históricas que este implica.