Ha sido el hogar de muchas culturas europeas como los etruscos y los romanos y también fue la cuna del Renacimiento, que comenzó en la región de Toscana y pronto se extendió por toda Europa. La capital de Italia, Roma, ha sido durante siglos el centro político y cultural de la civilización occidental, y también es la ciudad santa para la Iglesia católica, pues dentro de la ciudad se encuentra el microestado del Vaticano. El significado cultural del país se refleja en todos sus Patrimonios de la Humanidad, ya que tiene cuarenta y cuatro, el país con mayor número del mundo. Leer más
La Unificación italiana fue el proceso histórico que, a lo largo del siglo XIX, llevó a la unión de los diversos estados en los que la península itálica estaba dividida, en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas «no italianas», como los Habsburgo o los Borbones.
Ese proceso ha de entenderse en el contexto cultural del Romanticismo y la aplicación de la ideología nacionalista, que pretendía la identificación de nación y Estado, en un sentido centrípeto y, en el caso de Italia, también irredentista. En Italia se le conoce sobre todo como el Resurgimiento (Risorgimento en it.), e incluso como la Reunificación italiana, debido a que Italia fue unificada por Roma en el siglo III a.C. y durante setecientos años constituyó, de iure, la prolongación territorial de la misma capital del Imperio, gozando, durante largo tiempo, de un estatus único y privilegiado[1] (por esa razón nunca fue una provincia, a diferencia de todos los demás territorios conquistados).[2][3][4].Más
Giuseppe Garibaldi (Niza, 4 de julio de 1807 - Caprera, 2 de junio de 1882), militar y político italiano.
Se hizo notorio históricamente, a causa de su participación en las actividades guerreras vinculadas al proceso que finalmente produjo la unificación política de Italia, durante el segundo y tercer cuarto del Siglo XIX.