Mirmecófilo
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Un mirmecófilo es un organismo que vive en asociación con hormigas. Mirmecofilia significa literalmente «amor (o afinidad) por las hormigas» y se refiere a asociaciones mutualistas con estos insectos, aunque en un sentido más amplio se utiliza también para referirse a interacciones antagónicas como comensalismo o incluso parasitismo.
Los mirmecófilos pueden desempeñar varios papeles en las colonias de hormigas que los hospedan. Muchos consumen materiales de desecho de los nidos, como hormigas o larvas muertas, u hongos que crecen en el nido. Algunos, sin embargo, se alimentan de los víveres que almacenan las hormigas, o son predadores de sus huevos, larvas o crisálidas. Otros benefician a las hormigas proveyéndolas de una fuente de comida. Muchas relaciones mirmecófilas son obligadas, esto es, que uno u otro participante requiere de esta relación para su supervivencia, y algunas asociaciones son facultativas, beneficiando a uno o a ambos participantes, pero no es necesaria para su supervivencia.
Una asociación mirmecófila bien conocida se da en las mariposas de las familias Lycaenidae y Riodinidae. Muchas orugas de estas familias producen néctar mediante unos órganos especializados y se comunican con las hormigas emitiendo sonidos y vibraciones.[1][2] Se cree que su asociación con las hormigas reduce los parásitos de las orugas de esta mariposa.[3]
Algunos escarabajos de las familias Cholevidae, Pselaphidae, Staphylinidae, Histeridae y Ptiliidae, o la mariquita Thalassa saginata son mirmecófilos. Asociaciones mirmecófilas también se pueden encontrar en otros insectos, como áfidos y membranácidos, ortópteros como grillo Myrmecophilus acervorum, o el género de sírfidos Microdon,[4] y otros dípteros como las moscas soldado Clitellaria obtusa.
También se da en algunos ácaros y arañas, en particular algunos ácaros oribátidos, en los que se ha comprobado que son mirmecófilos obligados.[5][6]
Excepcionalmente se observa en los moluscos, como en el caso de Allopeas myrmekophilos.[7]
El primer trabajo importante en la catalogación de mirmecófilos británicos fue realizado por Horace Donisthorpe en su libro de 1927 The Guests of British Ants.