Mártires de la UCA
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Se conoce como mártires de la UCA a ocho personas que fueron asesinadas el 16 de noviembre de 1989, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), ubicada en la ciudad de San Salvador (El Salvador), por un pelotón del batallón Atlácatl de la fuerza armada de El Salvador bajo las órdenes del coronel Guillermo Benavides, en la administración del presidente en turno Alfredo Félix Cristiani.[1] Todo ello ocurrió en el marco de la Guerra Civil salvadoreña. Cinco sacerdotes eran españoles.
Asesinato de jesuitas en San Salvador de 1989 | ||
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Parte de guerra civil salvadoreña | ||
Escultura homenaje a los dos jesuitas Segundo Montes e Ignacio Martín-Baró, asesinados en El Salvador, en la calle Simón Aranda de Valladolid, su ciudad natal. | ||
Lugar | Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, San Salvador | |
Fecha | 16 de noviembre de 1989 | |
Muertos | 8 | |
Participante | Batallón Atlácatl | |
Acusado |
13 personas (Alfredo Cristiani, Rodolfo Parker, 10 ex jefes militares) | |
Condenado |
Guillermo Benavides Inocente Montano | |
Los jesuitas eran partidarios de un acuerdo negociado entre el gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la organización guerrillera que había luchado contra el gobierno durante una década. Los asesinatos atrajeron la atención internacional a los esfuerzos de los jesuitas y aumentaron la presión internacional para un cese al fuego, uno de los puntos clave que condujeron a un acuerdo negociado para la guerra.
En septiembre de 2020 el entonces coronel y viceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Orlando Montano Morales fue juzgado en España por la Audiencia Nacional siendo considerado autor de cinco delitos de asesinato de carácter terrorista (los jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo) por cada uno de los cuales se le impuso una pena de 26 años, 8 meses y un día de prisión. Los magistrados también consideraron a Montano autor de los asesinatos del jesuita salvadoreño, Joaquín López y López, de la cocinera de la universidad, Julia Elba Ramos, y de su hija de 16 años, Celina Mariceth Ramos, ejecutados junto con los religiosos, aunque no pudo condenársele por ello dado que Montano no fue extraditado por Estados Unidos por esos crímenes.[2]