Historia del caballo en Gran Bretaña
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La historia del caballo en Bretaña comienza con los restos de caballo encontrados en Pakefield (Suffolk) ―datados del 700 000 a. C.― y en Boxgrove (West Sussex) ―datados del 500 000 a. C.―. Los primeros humanos eran activos cazadores de caballos, y se han encontrado varios hallazgos de la Edad de Hielo en diferentes lugares. En ese tiempo, la tierra que ahora forma las islas británicas era parte de la península unida al continente europeo en un área baja actualmente conocida como Doggerland, por la que los animales terrestres pudieron migrar libremente entre lo que es ahora Gran Bretaña y Europa. La domesticación del caballo, y su uso para jalar los vehículos, comenzó en Bretaña desde 2500 a. C.; en el tiempo de la conquista romana de Britania, los britanos podían juntar ejércitos que incluían miles de carros de guerra tirados por caballos.
El mejoramiento del caballo como meta y la crianza de caballos como un negocio, datan de la Edad Media. El rey Juan I de Inglaterra importó cientos de corceles flamencos, y Eduardo III de Inglaterra importó cincuenta corceles españoles. Además, varios conventos y abadías poseían sus propias ganaderías. Algunas leyes fueron aprobadas para restringir y prohibir las exportaciones de los caballos y para el sacrificio de caballos que se consideraran indeseables.
En el siglo XVII, ciertas razas de caballos fueron identificadas como adecuadas para propósitos específicos, y nueva maquinaria agrícola fue diseñada para caballos de tiro. Los rápidos carruajes tirados por equipos de caballos pura sangre podrían ayudar a la mejora del viaje, y los propietarios de los carruajes poseían cientos de caballos para apoyar al comercio. La energía de vapor sustituyó el papel de los caballos en la agricultura a mediados del siglo XIX, pero los caballos siguieron siendo utilizados en la guerra al menos varias décadas más, debido a que su velocidad y agilidad en terrenos difíciles no se veía afectada. En los años ochenta, los caballos de trabajo habían desaparecido de Gran Bretaña, y ahora se usan solo con fines recreativos.