Guerras bizantino-selyúcidas
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Las guerras bizantino-selyúcidas o guerras romano-selyúcidas fueron una serie de decisivos eventos bélicos que cambiaron el equilibrio de poder en Asia Menor y Siria desde el Imperio bizantino hacia la dinastía selyúcida. Cabalgando desde las estepas de Asia Central, los turcos selyúcidas replicaron las tácticas practicadas por los hunos cientos de años antes contra un oponente de Roma similar, pero combinadas con un nuevo celo islámico. De diversas maneras, los turcos selyúcidas retomaron las conquistas de los musulmanes de las guerras árabo-bizantinas, iniciadas por los califatos Rashidun, omeya y abasí en el Levante, África del norte y Asia Menor.
En la actualidad, la batalla de Manzikert es considerada a menudo el momento crucial en el cual los bizantinos perdieron la guerra contra los turcos. Sin embargo, la calidad del ejército bizantino era cuestionable ya antes del año 1071: diferentes incursiones turcas pusieron en cuestión el sistema de themas. Incluso tras Manzikert, el gobierno bizantino sobre Asia Menor no terminó inmediatamente ni impusieron los turcos fuertes concesiones sobre sus oponentes. Llevó otros veinte años antes de que los turcos tomaran el control de toda la península de Anatolia, y tampoco por mucho tiempo.
Durante el curso de la guerra, los turcos selyúcidas y sus aliados atacaron el Califato fatimí de Egipto, capturaron Jerusalén y precipitaron la llamada a la Primera Cruzada. El apoyo cruzado al Imperio bizantino se mezcló con traiciones y saqueos, si bien los bizantinos lograron importantes avances durante esta cruzada. Cien años tras Manzikert, los bizantinos habían expulsado —con el apoyo de los cruzados— a los turcos de las costas de Asia Menor y extendido su influencia hasta Palestina e incluso Egipto. Posteriormente, los bizantinos fueron incapaces de obtener más ayuda, y la Cuarta Cruzada incluso llevó al saqueo de Constantinopla. Antes de que el conflicto se hubiera extinguido, los selyúcidas consiguieron apoderarse de territorio del debilitado Imperio de Nicea, hasta que el propio Sultanato fue conquistado por el Imperio mongol, lo que suscitó el ascenso de los ghazis y las posteriores guerras bizantino-otomanas.