Extracción de órganos a practicantes de Falun Gong en China
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Los informes sobre la sustracción de órganos a practicantes de Falun Gong y otros presos políticos en China han generado una creciente preocupación por parte de algunos grupos dentro de la comunidad internacional. Según un informe del exlegislador David Kilgour, el abogado de derechos humanos David Matas y el periodista Ethan Gutmann, se está ejecutando «a demanda» a presos políticos, en su mayoría practicantes de Falun Gong,[1] para proporcionar órganos para trasplantes a los receptores. Se dice que la sustracción de órganos se lleva a cabo tanto como resultado de la persecución del Partido Comunista de China a Falun Gong como por los incentivos financieros disponibles para las instituciones y las personas involucradas en el comercio.
Los informes sobre la extirpación sistemática de órganos a los practicantes de Falun Gong surgieron por primera vez en 2006, aunque algunos creen que la práctica comenzó seis años antes. Varios investigadores, especialmente el abogado de derechos humanos canadiense David Matas, el exparlamentario David Kilgour y el periodista de investigación Ethan Gutmann, estiman que decenas de miles de presos de conciencia de Falun Gong han sido asesinados para proporcionar un lucrativo comercio de órganos humanos y cadáveres y que estos abusos puede estar en curso.[2] Estas conclusiones se basan en una combinación de análisis estadístico; entrevistas con ex presos, autoridades médicas y agentes de seguridad pública; y evidencia circunstancial, como la gran cantidad de practicantes de Falun Gong detenidos extrajudicialmente en China y las ganancias que se obtendrían vendiendo órganos.
El gobierno chino siempre ha negado las acusaciones. Sin embargo, el fracaso percibido de las autoridades chinas para abordar o refutar efectivamente los cargos ha llamado la atención y la condena pública de algunos gobiernos, organizaciones internacionales y sociedades médicas. Los parlamentos de Canadá y la Unión Europea, así como el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, han adoptado resoluciones que condenan la sustracción de órganos a los prisioneros de conciencia de Falun Gong. Los relatores especiales de las Naciones Unidas han pedido al gobierno chino que explique las fuentes de los órganos utilizados en las prácticas de trasplante, y la Asociación Médica Mundial, la Sociedad Estadounidense de Trasplantes y la Sociedad de Trasplantes han pedido sanciones a las autoridades médicas chinas. Varios países también han tomado o considerado medidas para disuadir a sus ciudadanos de viajar a China con el fin de obtener órganos. Un documental sobre extracción de órganos de practicantes de Falun Gong, Human Harvest, recibió un Premio Peabody 2014 que reconoce la excelencia en el periodismo televisivo.[3]