Alfonso VII, antes de ser proclamado rey de León y emperador de España, fue rey de Galicia.
La nobleza gallega encabezada por el obispo de Santiago de Compostela Diego Gelmírez, y el tutor del infante, el conde de Traba Pedro Froilaz, se rebelarán contra la designación de heredero del trono de León al hijo que pudieran tener en el futuro el matrimonio Urraca y Alfonso de Aragón, y se proclamará solemnemente al joven príncipe Alfonso Raimúndez Rey de Galicia en en la Catedral de Compostela en el año de 1109.