Salida del Reino Unido de la Unión Europea
proceso de acuerdos y negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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La salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida comúnmente como brexit[1] (/ˈbrɛksɪt, ˈbrɛɡzɪt/ (escucharⓘ),[2] un portmanteau de «British exit»), fue un proceso político que supuso el abandono por parte del Reino Unido de su condición de Estado miembro de la Unión Europea. Tras un referéndum celebrado en el Reino Unido el 23 de junio de 2016 en el que el 51,9 por ciento de los votantes apoyó abandonar la Unión Europea, el Gobierno británico invocó en marzo de 2017 el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, iniciando un proceso de dos años que debía concluir con la salida del Reino Unido el 29 de marzo de 2019. Ese plazo se prolongó debido a la complejidad y desacuerdos en las negociaciones y a disputas parlamentarias internas; en un primer término se previó hasta el 12 de abril de 2019 y volvió a ser prolongado hasta el 31 de octubre de 2019.[3][4] Por tercera y última vez, el plazo volvió a ser ampliado hasta el 31 de enero de 2020.[5] Pasada esa fecha, tras haberse aprobado definitivamente el Acuerdo de Retirada a las 00:00 horas del sábado 1 de febrero de 2020, Reino Unido abandonó automáticamente la Unión Europea a las 23:00 horas (hora británica) del día anterior. En virtud de dicho acuerdo, hubo un periodo transitorio hasta el 31 de diciembre de 2020 en el que el Reino Unido se mantuvo en el mercado europeo y los ciudadanos y las empresas no notaron diferencias.[6] El Reino Unido y la UE negociaron una nueva relación política y económica durante dicho período transitorio, que firmaron la Nochevieja de 2020, y que entró en vigor al día siguiente.[7]
La retirada de la Unión la defendieron principalmente los euroescépticos de derecha (aunque también en menor medida los de izquierda), mientras que los proeuropeos, que abarcan todo el espectro político, han abogado por la membresía continua y el mantenimiento de la unión aduanera y el mercado único. Ya en 1975 se había celebrado un primer referéndum sobre la permanencia del país en la Comunidad Económica Europea, precursora de la UE, con resultado favorable a la permanencia. En los años setenta y ochenta, la salida de la Comunidad Europea fue abogada principalmente por la izquierda política, y el manifiesto electoral de 1983 del Partido Laborista abogaba por la retirada total. En 1987, el Acta Única Europea, la primera revisión importante de los Tratados de Roma de 1957, estableció formalmente el mercado único europeo y la Cooperación Política Europea.
Desde la década de 1990, la oposición a una mayor integración europea vino principalmente de la derecha. Cuando en 1992 el Tratado de Maastricht, que creó la UE y el mercado único y garantizó las cuatro libertades básicas (la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas en toda la UE) fue presentado ante el Parlamento, hubo divisiones dentro del Partido Conservador, lo que llevó a una rebelión sobre el Tratado.
El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP por sus siglas en inglés), formado en 1993, creció fuertemente a principios de la década de 2010 y la influencia de la campaña People's Pledge ('compromiso del pueblo') entre partidos también se ha descrito como influyente para lograr un referéndum. El primer ministro británico, David Cameron, prometió durante la campaña para las elecciones generales de 2015 celebrar un nuevo referéndum, una promesa que cumplió en 2016 tras la presión del ala euroescéptica de su partido. Cameron, que había hecho campaña para permanecer, renunció después del resultado y fue sucedido por Theresa May, su exministra del Interior. Llamó a elecciones generales anticipadas menos de un año después, perdiendo la mayoría absoluta. Su gobierno en minoría se apoyó en el Partido Unionista Democrático.
May anunció la intención del Gobierno británico de no ser miembro permanente del Mercado Único Europeo o de la Unión Aduanera tras el abandono de la Unión y prometió derogar la Ley de Comunidades Europeas de 1972 e incorporar la legislación vigente de la Unión Europea que fuera de interés para el país en la legislación nacional del Reino Unido. Las negociaciones con la UE comenzaron oficialmente en junio de 2017. En noviembre de 2018, se publicó el Proyecto de Acuerdo de Retirada, negociado entre el Gobierno británico y la Comisión Europea. La Cámara de los Comunes votó en contra del acuerdo por un margen de 432 a 202 (la mayor derrota parlamentaria en la historia para un Gobierno del Reino Unido) el 15 de enero de 2019, y nuevamente el 12 de marzo con un margen de 391 a 242 en contra del acuerdo.
El 14 de marzo de 2019, la Cámara de los Comunes votó para que May solicitara a la Comisión una ampliación del período permitido para la negociación. Miembros de toda la Cámara de los Comunes rechazaron el acuerdo. Los líderes sindicales exigieron que cualquier acuerdo debía mantener una unión aduanera y un mercado único. Theresa May acabó dimitiendo en julio de 2019, siendo sustituida por Boris Johnson, quien obtuvo un gran resultado electoral en diciembre de ese año en nuevos comicios anticipados.
Los efectos del Brexit estarán determinados en parte por el Acuerdo de cooperación y comercio entre la Unión Europea y el Reino Unido, que se aplicó provisionalmente a partir del 1 de enero de 2021 y entró en vigor formalmente el 1 de mayo de 2021.[8] La opinión mayoritaria entre los economistas es que el brexit tiene la posibilidad de reducir la renta per cápita real del Reino Unido a medio y largo plazo, y que el referéndum sobre el brexit en sí mismo dañó la economía.[9] Existe la posibilidad que el brexit reduzca la inmigración desde países del Espacio Económico Europeo (EEE) al Reino Unido, y plantea desafíos para la educación superior y la investigación académica del Reino Unido.